Asocian la neumonía bacteriana con complicaciones cardíacas más graves

Por Lorraine L. Janeczko

NUEVA YORK (Reuters Health) - Los pacientes con neumonía bacteriana tienen complicaciones cardíacas más graves que aquellos con neumonía viral, de acuerdo con un nuevo estudio.

Los resultados fueron sorprendentes para el autor principal, doctor Joseph B. Muhlestein, del Instituto del Corazón del Centro Médico Intermountain, Salt Lake City, Utah.

"Hay evidencia de que la vacuna contra la influenza reduce el riesgo de desarrollar complicaciones graves en los pacientes con aterosclerosis cardiovascular", afirmó. "Lo haría, quizás, al prevenir la gripe. Además, tenemos alguna experiencia con infecciones por el virus H1N1 que se pueden agravar por las complicaciones cardiovasculares", agregó.

"De modo que era posible que la neumonía viral esté más asociada con el riesgo cardiovascular", indicó. "Pero la neumonía bacteriana demostró ser más grave", añadió.

Los resultados se presentaron en las Sesiones Científicas de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por su sigla en inglés), en Chicago.

El equipo de Muhlestein estudió a casi 4.800 adultos con neumonía internados en uno de 23 hospitales entre el 2007 y el 2014. A cada paciente se lo monitoreó durante 90 días para detectar infartos no fatales, ACV, insuficiencia cardíaca o muerte.

El 78 por ciento de los pacientes tenía neumonía bacteriana, el 21 por ciento tenía neumonía vital y el 1 por ciento, ambos tipos.

El 34 por ciento del grupo con neumonía bacteriana y el 26 por ciento del grupo con neumonía viral tuvieron un evento adverso cardiovascular mayor (MACE, por su sigla en inglés) dentro de los 90 días.

Tras considerar las comorbilidades y las terapias farmacológicas basales, las chances de padecer un MACE eran 1,6 veces más altas en el grupo con neumonía bacteriana (p=0,002).

Otros indicadores de MACE eran la edad, el infarto previo, la insuficiencia cardíaca, la disritmia, el ACV, la insuficiencia renal y el uso de corticoesteroides o betabloqueantes.

FUENTE: Sesiones Científicas de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) 2018, 11 de noviembre del 2018