Baños abdominales con quimioterapia caliente mejoran la sobrevida de mujeres con cáncer ovárico

(Reuters Health) - Un baño con quimioterapia caliente que circula por el abdomen después de la cirugía prolonga significativamente la vida de una mujer con cáncer ovárico avanzado, de acuerdo con los médicos que probaron el nuevo tratamiento.

Las pacientes tratadas con este procedimiento experimental en ocho hospitales de Países Bajos sobrevivieron 45,7 meses, comparado con 33,9 meses de sobrevida de las mujeres tratadas con la cirugía para extirpar el tumor y la quimioterapia convencional.

"En los últimos 30 años, no mejoró demasiado la sobrevida en las pacientes con carcinoma de ovario, de modo que nos alegran los resultados de cualquier tratamiento que proporcione una mejoría", dijo el doctor Willemien van Driel, del Instituto de Oncología de Países Bajos.

El estudio publicado en The New England Journal of Medicine aporta "la información más convincente disponible hasta ahora" de que el tratamiento "aportaría una ventaja significativa para un grupo definido de pacientes con cáncer", de acuerdo con un editorial de los doctores David Spriggs y Oliver Zivanovic, del Centro de Oncología Memorial Sloan Kettering, Nueva York.

La prueba "es un primer paso muy importante, pero aún no modifica la práctica".

Se desconoce, por ejemplo, cuánta mejoría causó la quimioterapia o su calentamiento para volverla más reactiva con las células tumorales residuales. Tampoco se sabe el costo extra al tratamiento que tendrá, según opinaron Spriggs y Zivanovic. Los baños abdominales de quimioterapia le agregan dos horas al tiempo en el quirófano.

Pero los efectos adversos eran mínimos, según dijo van Driel. "Es un procedimiento bien tolerado". Recordó que ya se aplica uno similar para tratar el cáncer colorrectal.

La Sociedad Estadounidense del Cáncer estima que, cada año, se diagnostican 22.000 casos de cáncer de ovario en Estados Unidos y que 14.000 personas mueren. Cuando se detecta, las células tumorales se habrán diseminado al revestimiento interno del abdomen en tres de cada cuatro mujeres. Eso dificulta su erradicación.

Las 245 participantes tenían cáncer de ovario epitelial, de las trompas de Falopio o peritoneal en estadio III. Las chances de sobrevida a tres años después de la cirugía eran del 48 por ciento con el tratamiento convencional y del 62 por ciento con el baño de quimioterapia.

Las pacientes tratadas de manera convencional pasaron 10,7 meses sin que reapareciera la enfermedad, comparado con 14,2 meses en el grupo tratado con el baño de quimioterapia abdominal.

El 25 por ciento del grupo tratado de manera convencional tuvo efectos adversos, comparado con el 27 por ciento que también recibió el baño abdominal. Los más comunes fueron dolor abdominal, infección y una disfunción intestinal llamada íleo.

FUENTE: The New England Journal of Medicine, online 17 de enero del 2018