Advertisement

Proponen a Díaz-Canel para suceder a Raúl Castro como presidente de Cuba

Por Nelson Acosta y Frank Jack Daniel

LA HABANA (Reuters) - Miguel Díaz-Canel fue propuesto el miércoles como candidato único para suceder a Raúl Castro en la presidencia de Cuba, y se convertirá en el primer hombre sin el apellido Castro en gobernar la isla comunista en casi seis décadas.

La candidatura esta sujeta a la formalidad de una votación de los 605 diputados de la Asamblea Nacional y el resultado se anunciará oficialmente el jueves, según la agenda de la sesión.

Castro, hermano del fallecido Fidel, abandonará la presidencia a los 86 años después una década en el cargo. Díaz-Canel, de 57 años, se había desempeñado como su primer vicepresidente en el último lustro.

Al canoso Díaz-Canel, un ingeniero electrónico que abraza la tecnología, se le ve como liberal en lo social, pero también es considerado una apuesta segura para suceder a la histórica generación que luchó en la revolución de 1959 y que ya se está retirando. [nL1N1RU2BB]

El próximo presidente se ha mostrado más en sintonía con los tiempos que corren, pero no alimenta demasiadas esperanzas de generar un cambio político profundo en Cuba.[nL1N1RV0F0]

Muchos cubanos, frustrados por el lento ritmo de la mejora económica con Raúl Castro, esperan que Díaz-Canel esté esperando su momento para tomar las decisiones. Sin embargo, el dirigente comunista será probablemente cauto, al menos al principio, para consolidar su apoyo entre los conservadores.

"Todos estamos acustumbrados a los Castro, y los sigo, me gustan sus ideales, pero siempre uno necesita nuevos pensamientos. Tenemos 20 anos de estancamiento en desarollo económico y tecnológico", dijo Natalie Seijo, estudiante universitaria.

El miércoles el parlamento también anunció la candidatura de Salvador Valdés Mesa, de 72 años, para ocupar el cargo de primer vicepresidente.

Se espera que Raúl Castro sea reemplazado oficialmente el mismo jueves por Díaz-Canel.

AMPLIA RENOVACIÓN

Reunidos en un centro de convenciones en un arbolado suburbio de La Habana, los legisladores de la Asamblea Nacional seleccionaron a otra treintena de miembros del consejo estatal cubano además del reemplazo de Raúl Castro, quien había sucedido a su hermano en 2008.

Entre los cinco vicepresidentes del Consejo de Estado propuestos por la Asamblea está Ramiro Valdés, de 85 años, uno de los comandantes que acompañaron a Fidel Castro en la columna rebelde que derrocó al dictador Fulgencio Batista.

Más temprano en la mañana, el Parlamento ratificó a Esteban Lazo, de 74 años, como su presidente, un cargo que había asumido en 2013. Lazo, miembro del poderoso Buró Político del Partido Comunista, ha sido uno de los pocos afrocubanos con alto perfil en el Gobierno durante décadas.

Raúl generó un cambio radical al descongelar las relaciones con Estados Unidos por primera vez desde que los rebeldes liderados por su hermano derrocaron a un dictador apoyado por Washington, y al realizar cautelosas reformas de mercado a una de las últimas economías de estilo soviético.

Pero con la economía sufriendo por la crisis en su aliada Venezuela y las relaciones con Estados Unidos tensas bajo la presidencia de Donald Trump, algunos cubanos son pesimistas sobre la posibilidad de una mejora en sus vidas y se sienten inquietos por lo que está por venir.

"El futuro nuestro ni lo sabemos ahora mismo", dijo Adriana Valdivia, de 45 años y profesora en La Habana. "Termina Raúl y Fidel es historia".

"No veo una salida para que los cubanos mejoren. Los salarios son los mismos y no alcanzan. Y ahora (Donald) Trump aprieta tuercas con el bloqueo, imagínese", dijo Valdivia, quien gana alrededor de 24 dólares por mes.

El próximo presidente debería "aumentar la velocidad del cambio en Cuba mientras mantiene las cosas buenas", dijo el bloguero Harold Cárdenas, de 32 años, quien agregó que la resistencia a las reformas económicas introducidas por Raúl Castro ha frenado al país. [nL1N1RU0XS]

¿NUEVA GENERACIÓN, NUEVAS IDEAS?

Si bien la asamblea promoverá un liderazgo más joven, Castro y otros líderes de la revolución retendrán el poder a través de su control sobre el Partido Comunista.

"Cuba está cambiando, pero no espero cambios dramáticos mientras los líderes revolucionarios sigan ocupando puestos clave en el gobierno", dijo el senador estadounidense Patrick Leahy, quien se reunió con Castro y Díaz-Canel.

"Después de eso, una nueva generación puede tener otras ideas", agregó.

Los cubanos ratificaron a los legisladores elegidos por las comisiones controladas por el partido el mes pasado en un proceso que Cuba dice que es democrático, a pesar de que casi todos los candidatos provienen del Partido Comunista.

Es improbable que Díaz-Canel ponga en juego el gobierno de partido único y muchos cubanos se sienten distantes de la política y prefieren centrarse en llegar a fin de mes con las limitadas oportunidades económicas que se abrieron cuando Castro permitió crear más empresas pequeñas en los últimos años.

"La política no es mi fuerte", dijo Diadenis Sanabria, de 34 años, que trabaja en un restaurante estatal en el distrito Vedado de La Habana. "Pero pienso que el cambio de jefe no me cambia la vida".

(Reporte adicional de Patricia Zengerle en Washington. Editado en español por Carlos Aliaga y Pablo Garibian)