Tratar la apnea del sueño mejoraría la evolución tras un ACV

Por Cheryl Platzman Weinstock

(Reuters Health) - Tratar un trastorno del sueño común inmediatamente después de un ACV o un “mini” ACV mejoraría los síntomas neurológicos y la funcionalidad diaria de los pacientes, según sugiere un equipo.

En Estados Unidos, 25 millones o más de adultos padece apnea obstructiva del sueño (AOS), que provoca interrupciones de la respiración reiteradas, que duran segundos, durante la noche.

Eleva el riesgo de infarto, hipertensión, muerte súbita y ACV, además de acelerar el avance de la enfermedad cardiovascular. Las personas con AOS pueden usar máquinas de CPAP para mantener las vías respiratorias abiertas al dormir.

Los autores hallaron que los síntomas neurológicos y la funcionalidad diaria mejoraron en los pacientes que sufrieron un ACV y tenían AOS que usaban el CPAP versus los que sólo recibieron el tratamiento habitual.

"El estudio demuestra que a los pacientes con un ACV o un accidente isquémico transitorio (AIT) se les debería hacer una evaluación diagnóstica temprana con un estudio del sueño. Si tienen AOS, deberíamos tratarlos antes de que dejen el hospital", opinaron la autora principal, Dawn M. Bravata, científica del Instituto Regenstrief Institute, y Richard L. Rouedeush, del Centro Médico de Asuntos del Veterano de Indianápolis, Indiana.

El equipo estudió a 252 adultos internados por un ACV isquémico o un AIT, también conocido como “mini ACV”. Al evaluarlos, tres cuartos de los pacientes tenían AOS.

A dos tercios de esos pacientes se les indicó una de dos intervenciones, que era el CPAP junto con entrenamiento y aliento para utilizar la máquina. Al otro tercio se le indicó el tratamiento médico habitual (grupo control), que finalizó con la recomendación de usar el CPAP.

Los síntomas neurológicos y la funcionalidad durante las actividades normales, como caminar y encargarse del autocuidado, se evaluaron al inicio del estudio y a los seis meses o un año.

Durante el seguimiento, en todos los pacientes mejoraron los síntomas neurológicos y la funcionalidad, aunque el 59 por ciento de los usuarios del CPAP casi no tenían síntomas neurológicos en las evaluaciones, comparado con el 38 por ciento del grupo control.

FUENTE: Journal of the American Heart Association, online 15 de agosto del 2018