Tratar la enfermedad de las encías ayuda a controlar la diabetes tipo 2

Por Ankur Banerjee

(Reuters Health) - Tratar la inflamación crónica de las encías ayudaría a las personas con diabetes a controlar la enfermedad, según sugiere un nuevo estudio. Los 264 participantes tenían diabetes tipo 2 y periodontitis, una infección bacteriana crónica de las encías que causa inflamación y es una de las principales causas de pérdida de dientes en la población adulta. "Aunque se necesitan más estudios sobre los mecanismos exactos" por los que el tratamiento de la infección de las encías ayudaría a las personas con diabetes, "la disminución de la inflamación sistémica es la relación más viable", dijo el autor principal, Francesco D'Aiuto. En un año, los pacientes que recibieron tratamiento periodontal intensivo mejoraron no sólo en sus valores de glucosa en sangre, sino también en la salud de sus riñones y vasos. La diabetes tipo 2, que es la que esta asociada con la obesidad y el sedentarismo, es una de las principales causas de discapacidad y muerte prematura, principalmente por las complicaciones vasculares y renales, según publican los autores en The Lancet Diabetes & Endocrinology. La periodontitis a menudo coexiste con la diabetes. En el estudio, la mitad de los pacientes recibió un tratamiento intensivo para la enfermedad de las encías. El resto, no, pero si la infección empeoraba en el año, se les proporcionó atención y los retiraron del estudio. El grupo tratado accedió a una limpieza bucal completa inicial. A los dos meses, aquellos con buena higiene oral y la infección grave recibieron tratamiento periodontal quirúrgico. Los pacientes con higiene oral subóptima o sin enfermedad periodontal grave a los dos meses, siguieron accediendo a la limpieza dental hasta el final del estudio. Los valores de glucosa en sangre con la prueba de HbA1c, una proteína de los glóbulos rojos que indican los niveles de glucosa en los últimos dos o tres meses, era de 8,1 por ciento en ambos grupos. Con diabetes, el valor de HbA1c tiene que estar por debajo del 7 por ciento. A los 12 meses, el valor era, en promedio, un 0,6 por ciento más bajo en el grupo tratado que en el grupo control. Dos marcadores de salud renal también mejoraron con el tratamiento: la creatinina en sangre y el flujo de sangre que filtran los glomérulos renales. Lo mismo pasó con un marcador de salud arterial: dilación mediada por el flujo. No sorprendió que la salud oral también mejorara en el grupo tratado.

FUENTE: The Lancet Diabetes & Endocrinology, online 24 de octubre del 2018