Terapia alimentaria retrasaría el avance de la insuficiencia renal y disminuiría los costos

Por Carolyn Crist

(Reuters Health) - Los pacientes con insuficiencia renal crónica podrían demorar el avance de la enfermedad y retrasar el inicio de la diálisis con una terapia alimentaria, según publica el equipo en Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics.

Pero sólo el 10 por ciento de esos pacientes en Estados Unidos alguna vez consultan a un nutricionista, según publican los autores de la revisión.

"La enfermedad renal está creciendo con la epidemia de obesidad y el envejecimiento poblacional y es una de las enfermedades más costosas, aun si el paciente aún no comenzó diálisis", dijo la autora principal, doctora Holly Mattix-Kramer, del Centro Médico de Loyola University, Chicago.

La insuficiencia renal crónica afecta al 15 por ciento de la población estadounidense, es decir, 30 millones de personas. Pero en los mayores de 65, la mitad la desarrollará.

Su tratamiento ya es más costoso que el de otras enfermedades crónicas, como el ACV, según afirma el equipo. Pero en las etapas avanzadas, su costo se duplica.

Apenas unos 650.000 estadounidenses padecen insuficiencia renal avanzada, que demanda diálisis, pero el gasto de Medicare en diálisis supera los 3.300 millones de dólares anuales, de acuerdo con los autores.

"Es importante hallar formas de prevenir la enfermedad o, en las personas que ya la desarrollaron, retrasar su avance a diálisis", indicó la autora. "La terapia alimentaria no es la panacea, pero ayuda".

En la revisión de la evidencia sobre la terapia médico nutricional (TMN), que consiste en una evaluación individual para la planificación y la educación alimentaria a cargo de un nutricionista, el equipo de Mattix-Kramer halló que la reducción del consumo de proteína, aditivos con fósforo y sal en las personas con insuficiencia renal puede retrasar el avance de la enfermedad.

Pero los autores insistieron en la necesidad de consultar a un profesional para lograr el equilibrio adecuado debido por el riesgo de malnutrición y aumento del potasio en esos pacientes.

En el 2000, el Instituto de Medicina recomendó la TMN para los pacientes con varias enfermedades, incluidas la diabetes y la insuficiencia renal. La Parte B de Medicare cubre ese tratamiento en los pacientes con insuficiencia renal, pero pocos lo utilizan. También lo incluyen muchos programas estaduales de Medicaid y seguros privados de salud.

FUENTE: Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, online 31 de julio del 2018