Los diabéticos con daño ocular asociado tienen riesgo de sufrir caídas

(Reuters Health) - Las personas con diabetes y daño ocular asociado o retinopatía tienen más probabilidades a sufrir caídas que los que no desarrollaron ese problema de visión, según sugiere un estudio de Singapur.

La retinopatía diabética ocurre cuando la glucosa en sangre elevada lesiona los vasos sanguíneos de la retina, lo que produce visión borrosa, dificultad para distinguir los colores y ceguera. Causa inflamación, pérdidas o crecimiento anormal de los vasos de la retina, además de obstrucción del flujo sanguíneo.

En el estudio sobre 9500 adultos de mediana edad o mayores, aquellos con retinopatía diabética tenían casi dos veces más de probabilidades que los diabéticos sin daño ocular a sufrir caídas durante el estudio. En tanto, la retinopatía leve estuvo asociada con un 81 por ciento más riesgo de tener esa complicación, según publica el equipo en JAMA Ophthalmology.

A diferencia de las personas sin diabetes, aquellas con retinopatía diabética eran un 31 por ciento más propensas a sufrir una caída.

"Las alteraciones de la glucosa en sangre por la diabetes alteran los vasos de la retina que se inflaman, sangran o filtran fluidos en la parte posterior del ojo", dijo Ecosse Lamoureux, del Instituto de Investigación Ocular de Singapur y de la Facultad de Medicina de Duke-NUS, Singapur.

"La retinopatía diabética no sólo provoca disminución visual, sino que también afecta el sistema de función visual durante el envejecimiento, como la sensibilidad a los contrastes, la agudeza en estéreo y la percepción del color, lo que influye en la estabilidad postural y aumenta la posibilidad de chocar con objetos. Esto eleva el riesgo de caídas".

Cada año, uno de cada tres adultos mayores que vive en la comunidad sufre una caída y una de cada 10 provoca lesiones traumáticas o fracturas. Las caídas también reducen la interacción y la actividad física, además de reducir la movilidad y la independencia.

El equipo analizó información de 9481 residentes de Singapur, de etnia malaya, china o indú, que participaban de un estudio. La mitad del grupo tenía 59 años o más y el 70 por ciento no tenía diabetes. El 30 por ciento de los 2869 participantes con diabetes tenía retinopatía diabética en por lo menos un ojo. El equipo calificó la retinopatía como mínima, leve, moderada o grave.

El 13 por ciento de las personas sin diabetes se había caído alguna vez, comparado con el 16 por ciento de los diabéticos sin retinopatía. El 14 por ciento de los pacientes con retinopatía diabética mínima se había caído, a diferencia del 26 por ciento de los casos leves, el 27 por ciento de los casos moderados y el 20 por ciento de los casos graves.

FUENTE: JAMA Ophthalmology, online 16 de noviembre del 2017